Íconos de la radio barranquillera: Cecil Alfonso Pardo Bornachera
Las diferentes facetas de ‘El Negro’ Pardo.
Habrá quienes piensan que Cecil Alfonso Pardo Bornachera era, solamente, un locutor populachero, plebeyo, arrabalero.
Gran equivocación porque tuvo gran formación académica y cultural.
Nacido en Santa Marta, 28 de Julio de 1928, fue el cuarto de los trece hijos del hogar católico formado por Cecilio y Grecia.
Bachiller del Liceo Celedón con notas sobresalientes; se hizo profesional de la Enfermería a los 22, en 1950.
Mientras prestaba servicios al Hospital regentado por la United Fruit Company, hacía sus pininos locutoriles en la Voz de Santa Marta, fundada por don Julio Sánchez Trujillo en 1934, donde turnaba con otros dos históricos de la red radial samaria, José Rafael Rodríguez Lacera y Hernando Cohen Salazar.
Más adelante trabajó en Radio Magdalena, segunda emisora de Santa Marta, que fundó don José Manuel Conde Campo en 1939.
Posteriormente es contactado y contratado por Emisoras Unidas de Barranquilla, que en ese instante estaba en lo mejor de su apogeo en sintonía y receptividad de la gente.
Llega a la Voz de la Patria como locutor polifuncional: de cabina, como animador, de noticias y de publicidad comercial, no sin antes hacer tránsito en otras estaciones barranquilleras.
Decidido a encontrar lo que buscaba, fondea ancla en Radio Santafé de Bogotá, en los albores de la década del 60 del siglo anterior; allí en un programa vespertino decía: “la tarde bogotana se torna oscura pero una lluvia de claras canciones matizará el ambiente”.
En la capital también trabajó en Radiodifusora Nacional y Radio Sutatenza.
Y se encuentra con el teatro radial: las novelas.
Forma parte de un distinguido elenco de radioactores que protagoniza y graba mucha ficción novelada, faceta donde Pardo Bornachera deslumbra por su gracia y calidad dramática e interpretativa.
Ese grupo actoral lo conforman, entre otros, Gaspar Ospina (Kalimán el Hombre Increíble), Luis Chiappe, Cesar Borrero, Gilberto Puentes, Carlos De La Fuente, Erika Krump, Chela Del Rio, Gloria Gómez y Silvio Ángel, bajo la dirección de Hernando Madrid y el respaldo del Sistema de Grabaciones Colombianas (SIGACOL).
El Negro Pardo era muy creativo: escribía libretos, creaba frases y lemas, componía y recitaba poemas, cantaba, además era bohemio y enamorado. Desarreglaba canciones, es decir, hacia versiones humorísticas de los mejores temas vocalizados del momento.
Ya en Barranquilla, en los inicios de la década de los setenta del siglo pasado se vincula a emisoras como la Voz de Barranquilla, Radio Regalos, Riomar y otras; crea una escuela de radio, orientada a transmitir enseñanzas a quienes optaban a ser locutores. La institución funcionó en la Casa del Periodista (calle 55 entre 46 y 50) y a sus matriculados los capacitaba en Cultura General, Legislación Radial y Actualización en medios Radiales y Periodísticos.
Fueron sus alumnos, entre muchos, Benjamín Cuello Henríquez, consagrado narrador deportivo, aún vigente; Gaspar Pérez Fruto, reconocido periodista judicial; Alejandro Viñas Donado, locutor en uso de buen retiro; el administrador de empresas Jairo Vásquez Gutiérrez, actual Presidente de Expreso Colombia Caribe, quien incursionó temporalmente en Radio Continental de Bogotá, pero su vocación empresarial lo hizo retornar a su tierra y se dice de él que se perdió un buen locutor pero se ganó un gran empresario del transporte.
La eficacia de la “Academia de Cecil” se probó cuando sus alumnos eran bien recibidos en Bogotá a la hora de presentar las exigentes pruebas del Ministerio de Comunicaciones para obtener la licencia de locutor.
A la sazón era Ministro de esa cartera el periodista barranquillero Juan B. Fernández Renowitzky y secretario general Germán Vargas Cantillo periodista y locutor.
Este duo caribeño regentó el Min-Com durante el mandato presidencial de Misael Pastrana Borrero, entre 1970-1974.
Luego de ires y venires por todas las facetas de la radio, Cecil Pardo se enrrumbó por un estilo eminentemente popular, es decir, para la gente del común, de la esquina, de la barriada, con una jerga sencilla, directa, llana, sin metáforas ni eufemismos, ni adornos idiomáticos, en programas musicales de vallenatos donde dio rienda suelta a su creatividad en frases, que en su voz trascendieron en el pueblo:
“No dejes para mañana lo que puedas beber hoy”.
“Si el licor perjudica tu trabajo, no seas bobo: deja el trabajo”.
“Ahorra agua, loco: báñate con la novia”.
“El carnaval de Barranquilla debiera realizarse dos veces al año: cada vez de seis meses”.
“Y si estas en la olla, no te salgas de ella… afuera está peor”.
“Recuerda que un hogar sin cachos es como un jardín sin flores”.
“Si tu novia está de cumpleaños, como regalo dale una rejilga (?)”.
“De ninguna emisora he renunciado… siempre me botan. No sé por qué”.
Y términos de su cosecha son:
Babilla (mujer fea).
Cachegua (duro como ese pez).
Cachoencefalograma (examen especializado a víctimas de infidelidad conyugal).
Realizó programas con títulos llamativos:
Con el palo en la mano (de carnaval).
Su vecina le complace (musical con dedicatorias).
Vandalaje en ruedas (concurso).
Sábado violento (musical de fin de semana).
Ingenioso, perspicaz, anecdótico, repentista, dicharachero, chocarrero: así fue él.
Cecil Alfonso Pardo Bornachera, genio y figura hasta la sepultura, a la cual descendió el 16 de Junio de 2011, ad portas de cumplir 83, a causa de isquemia cerebral.
Su sonrisa, su risa y su corazón cesaron en paz de Dios, al lado de sus familiares.
Cecil Alfonso Pardo Bornachera (El Negro Pardo), Ícono de la radio barranquillera.
*Audio de Los Palomos composición poética del momposino Candelario Obeso en la voz de Cecil Alfonso Pardo.
Por Eduardo Rey Hernández- Vega